lunes, 4 de abril de 2016

El hombre de los oficios peculiares de la vida.

Verlas las canas de un anciano, inspiran la tranquilidad de la sabiduría que la vida le ha brindado por haber llegado a cierta edad y aún tener energías, para verse saludable y continuar corriendo al son del trabajo,  con las manos extendidas para servir a los demás.


José  Ignacio Burbano Chavez, con 61 años de edad, se dedica a la labor de  ‘Sobandero’, quién aseguró que su “labor es ayudar a las personas que han tenido fracturas o molestias en algún músculo, pero en esto lo que se necesita es fé, de eso vivo de hacer masajes, es un don que Dios me dio, porque yo no tengo ningún título de academia ni de la universidad; y lo más satisfactorio de este trabajo es el agradecimiento de las personas cuando ya se han curado” (mientras afloraba suavemente una sonrisa de su rostro).

José Ignacio Burbano Chavez, un hombre emprendedor  a pesar de las  adversidades en su vida.

Él, empezó en esta tarea cuando tenía tan solo 12 años de edad, poco a poco ha ido diferenciando los tipos de fracturas que se pueden presentar en una persona y también cuando es cuestión de fríos mal habidos en una dolencia, así como cuando hay enfermedades viejas y otras más recientes, y que todo se puede llegar a curar con varias terapias y siguiendo al pie de la letra las indicaciones de cuidado que él  formule al paciente.

Gracias al ambiente del campo y sus afanes aprendió a realizar este oficio, “en las fincas es muy tradicional esta costumbre, mi padre también Sobaba, y me lo inculcó, porque me crié con él solamente debido a que mi madre falleció cuando yo estaba pequeño, y entonces  siempre sucedía que estábamos cogiendo café cuando algún muchachito se caía de uno de los árboles, algunos no faltaban con una mano o un pie fracturado, entonces  ahí me tocaba sobarles y arreglar esos hueso dañados, de estas forma nos colaborábamos entre todos para cuidar nuestra salud”.


Pero con los años, José  Ignacio Burbano Chavez, dejo atrás esa vida de campesino para enfrentarse a los retos de la ciudad, donde empezó  a trabajar la mecánica automotríz, trabajo con el que le empezó a ir bien, y tiempo después decidió viajar al departamento del Caquetá para hacer fortuna con este oficio y darle estabilidad económica a su familia.
Al llegar a un pueblo llamado Campo Alegre, nunca pensó que su vida le iba a cambiar para siempre, para el año 2000  la guerrilla llegó a ese lugar donde José  Ignacio Burbano Chaves, ya había consolidado un negocio de mecánica automotriz y había construido su casa, además de combinar su tiempo libre con actividades forenses en el pueblo ‘arreglando’ muertos, debido a que el conflicto armado estaba en un nivel muy alto y   era un sitio restringido de la ciudad.

En esa época la guerrilla empezó a reclutar menores de edad y también colaboradores para sus filas armadas  y como José  Ignacio Burbano Chaves, sabía “arreglar motores me querían obligar a que me fuera para un campamento, y  no me quise ir, entonces me dijeron que me daban tres días para que me fuera si no me mataban, saque solo la ropa y una cajita de herramientas, me regresé con mi esposa a Popayán, al poco tiempo a ella le dió un derrame y se murió, mi situación fue difícil, porque perdí a mi ser querido y mis propiedades debido a que las bombardeó la guerrilla”.
Al llegar de nuevo a su ciudad de origen, le tocó irse a vivir a un rancho en un asentamiento, llamado Nueva Floraría cerca a la quebrada Pubús, “pero vivir ahí es duro porque hay mucha violencia y delincuencia, allá va la policía y no puede  hacer nada, a mí ya me han robado dos bicicletas, matan a los jóvenes a plena luz del día, y a los niños los descuidan mucho son las 11 de la noche y ellos están jugando maquinitas en la calle, además por estar cerca a esa quebrada han surgido epidemias y enfermedades que afectan a los niños”.

Ahora la única esperanza que tiene José  Ignacio Burbano Chavez, es que el Gobierno Nacional, le regale una casa a través del programa de desplazados, y algún día llegar a  tener un lugar digno para vivir, libre de tanta violencia, miseria y degradación social y también le permitan hacerse operar de un problema cardíaco que tiene en el corazón, dolencia que se le sale de las manos debido  que sus masajes no pueden hacer efecto en este caso y  necesita obligatoriamente la ayuda de un médico especialista en el tema.

Además de trabajar con los masajes también se consiguió un puesto en la galería de las Palmas, donde comercializa artículos de segunda como  repuestos, camas, jaulas, varillas, armarios, plateros, antigüedades, mesas y arregla motores de moto sierras; esta galería no tiene un numero grande de visitantes, entonces él decidió compartir su tiempo trabajando en las mañanas con la ventas y en la tarde visitando sus pacientes para realizarles los masajes, de esta forma consigue su  sustento diario y sobrelleva el peso de la soledad y las marcas tatuadas en su alma  por la violencia.

El oficio de Sobandero, es una de sus principales fuentes de ingreso económico.



Popayán un lugar único





Una ciudad calidad,  conservadora tanto en sus costumbres como en su arquitectura colonial. Con lugares épicos que recuerdan momentos gloriosos de la historia tanto de Colombia como del  mismo municipio.  También con una cultura rica en culinaria, desde el año 2003, en el mes de septiembre se celebra el Congreso Nacional Gastronómico de Popayán y costumbres religiosas, La Semana Santa de Popayán es la celebración religiosa en la ciudad de Popayán, Colombia de la pasión, muerte y Resurrección de Jesucristo





Arquitectura colonial
Tamal de Pipian 
Parque central Francisco José de Caldas 






Pueblito Patojo 
Catedral Basílica de Nuestra Virgen de la Asunción


















Semana Santa 




Consuelo Revelo, “las personas ciegas pueden aportar mucho a la sociedad”.

Consuelo Revelo, trabaja para demostrar que las personas ciegas pueden tener un trabajo digno.






Sea Blue Spa de la ciudad de Popayán, es atendido por masajistas ciegos, proyecto empresarial creado y desarrollado por Consuelo Revelo, quien ha dedicado toda su vida al trabajo social.

¿En la actualidad usted en que está trabajando?

“Soy representante legal de una empresa llama Sea Blue Spa, ubicada en la Carrera 4 no. 0-42, donde estoy trabajando  muy fuerte en  la parte de mercadeo, también trabajo en una fundación llamada PERSIBV, donde se hace toda la parte de gestión económica para desarrollar proyectos con personas ciegas, y como es nueva también se está dando a conocer,  procurando alcanzar las metas que nos hemos propuesto para este año 2014”.

¿Cómo nació el Sea Blue Spa?

“Nosotros, la población de personas ciegas pertenecemos a la fundación llama PERSIBV donde hay muchas necesidades, entre ellas la mas latente, difícil y sentida es la del desempleo, hay personas con bastante formación académica y mucho potencial que no se ha podido explotar, porque  la gente lo desconoce y la gente también desconoce sobre discapacidad, desconocen que las personas ciegas pueden aportarle mucho a la sociedad y estamos ocultos nadie sabe, entonces por esa necesidad del empleo y que seamos visibles nace el Sea Blue Spa”.

¿Por qué este tipo de spa es el primero en Popayán?

“La idea es traída de España, por ejemplo allá  la carrera de fisioterapia es para personas ciegas, porque se han dado cuentas que las personas ciegas hacen de forma distinta la labor de fisioterapia y de masoterapeutas, entonces ellos han abierto ese espacio para que ellos se capaciten y trabajen en lo que saben hacer y pueden hacer, además  si nos remontamos a la historia se dice que en China hace mucho tiempo las personas ciegas eran las que hacían los masajes, y hoy en día también lo hacen, teniendo en cuenta todos estos antecedentes se nos ocurrió traer esa idea acá a Popayán”.

¿Cómo es el proceso de trabajar con personas ciegas?

“Trabajar con ellos ha sido un poco más complejo, porque son muchas cosas con las que nos ha tocado que enfrentarnos, por el mismo desconocimiento sobre discapacidad la gente tiene unos imaginarios muy negativos de las personas con limitación visual, la gente piensa que la persona que es ciega no oye, no entiende, y que no es capaz de entender lo que les están hablando o que no escuchan lo que ellos les hablan, que por tanto los trabajos los van hacer mal hechos y por esa razón estos seres están destinados como a pedir limosna o mendicidad, y eso se lo han hecho creer al mismo invidente, entonces es complicado en el sentido se debe comenzar a educar para cambiar esa mentalidad con las mismas personas con discapacidad como con la comunidad”.  

Consuelo Revelo, padece de baja visión, pero sin embargo a pesar esta limitación ha continuado superándose, ¿Cómo ha sido su paso por la universidad y qué carrera estudia?
“Nací con un problema visual y tengo baja visión irreversible, tengo un residuo visual muy poco pero que lo aprovecho al máximo, hago diferentes actividades y desde muy joven he hecho labor social, trabajé bastantes años con adultos mayores en diferentes comunas, posteriormente conocí a los compañeros invidentes que se tecnificaron en el Sena en masoterapia y  nos organizamos en la fundación;  la labor social la llevo en la sangre, es algo que lo aprendí desde mi casa,  que le nace, le gusta es como  una vocación de  poder ayudar  a la gente, y  me produce mucha satisfacción por eso decidí entrar a estudiar Trabajo Social, y ya estoy en quinto semestre”.

¿Usted ha pasado por algunos momentos de crisis en sus proyectos?

“Sí, como todas las personas a veces me he sentido un poco triste cuando las cosas no salen como lo esperaba, en algunos casos cuando se espera tener más apoyo, como con lo del Spa por ser algo  muy novedoso, muy bonito, pero no ha sido así,  eso sí me ha colocado a veces como baja de nota, pero igual toca seguir adelante”.

¿Cuáles han sido sus sueños desde niña?

“Cuando era niña tuve metas a corto plazo y las pude lograr, por ejemplo yo estudié en la época donde bachillerato no era tan fácil como ahora y para ganar una prueba de IFECS había que sacarse 400 puntos, entonces me fue bien en esas pruebas y me gane una mención de honor”.

También “por otro lado siempre desde muy pequeña yo decía yo quiero ser buena gente, mi papá decía que cuando uno era buena persona a uno le iba bien y ese ha sido mi mayor propósito desde que tengo conciencia, tratando de quitarse las cosas del corazón que no son buenas, que son negativas porqué a uno así siempre le va bien”.

Su familia es un apoyo importante  para usted, ¿Cómo ellos le han aportado en su formación personal?

“Mi familia es muy bonita, actualmente vivo con mi madre, una hermana y dos sobrinas, mi padre falleció en el 2004; crecí en una familia que por tener mi discapacidad, fui bastante consentida, y a pesar de la pobreza, porque mi familia es de origen humilde tuve muchas  consideraciones, sin embargo mi madre fue bastante estricta, me enseñó varias cosas de la vida y de la parte académica, por ejemplo cuando entré a la escuela ya sabía leer y escribir, y mi padre estuvo en la parte de la orientación en lo cultural y de valores”.

¿Cuál es su mayor de motivación para luchar cada día?
“A veces uno dice como que ya tiro la toalla, pero si yo no lo hago quién lo va hacer y saber que no hay quien haga las cosas por otras personas que la gente no confía en la cualidad de las personas ciegas con discapacidad, y saber que hay unas necesidades y que nadie va  a luchar por eso ni le va a meter el esfuerzo en ese campo si no soy yo que mejor yo que también tengo una discapacidad, y esa es la pregunta, ¿si yo no lo hago nadie lo va hacer? Y si me rindo todo se quedaría de pronto en un anhelo y me voy a sentir mal pensando en lo que pude hacer y no lo hice”.

¿Descríbame cómo es el  trabajo adelantado con personas ciegas en el Spa?

“Los masajes aquí en el Spa son hechos por personas invidentes y de baja visión, pero la idea es que en un futuro todas las personas invidentes totales sean las personas que hagan este masaje, porque las personas cuando pierden el sentido de la vista desarrollan el sentido del oído y el tacto, la idea es que los compañeros ciegos que faltan por realizar el estudio de masoterapia se capaciten, y que adquieran la práctica acá en el Spa, y después sean contratados para trabajar en otros Spa,  que se cree esa cultura de los masajes hechos por ciegos”.

 ¿Cuál es el mensaje para las personas ciegas y su familia?

“Primero que todo quisiera darle un mensaje a los familiares, quienes a veces son los que más se afectan cuando tienen una persona en situación de discapacidad y entonces es muchas veces el familiar el que no le permite desarrollar sus habilidades, escondiéndolos desde bebés, no los llevan al médico, luego no los llevan a la escuela, entonces para estas personas ocultarlas no es lo mejor; en este caso se debe aceptar que hay una persona con discapacidad pero que ese ser tiene muchos potenciales, que los puede desarrollar pero todo esto es posible apoyándolos, permitiendo que se capaciten en lo que les gusta hacer”.